1. Aparición de eritemas o quemaduras solares. ¿Cuántas personas conoces que nunca se hayan quemado en la playa o montaña? Pues salvo tus bisabuelos, pocas hay. Todos hemos experimentado alguna vez la desagradable sensación de una piel quemada, el dolor y la incomodidad es suficiente para prometerte no volver a tomar el sol sin protección.
Los responsables son los rayos UVB, que aunque no penetran tan profundamente en la piel, tienen mayor energía y producen la pigmentación duradera porque estimulan la producción de melanina a los tres días de su actuación. Son la causa más frecuente de quemaduras y producen el engrosamiento de la epidermis como defensa a la radiación solar. Los niños y personas que han pasado mucho tiempo expuestas al sol sin protección pueden sufrir síntomas graves como ampollas, inflamación, fiebre y hasta quemaduras de segundo grado, que deben ser tratadas en urgencias con medicamentos específicos.
2. Envejecimiento prematuro de la piel. ¿A qué no sabías que el 90% de los síntomas de envejecimiento están producidos por el sol? Nuestras abuelas ya lo sabían, y no salían sin sombrero o pañuelo a la calle. Los rayos UVA penetran hasta la dermis y son los responsables de la pigmentación rápida y pasajera al oscurecer la melanina en unas horas. Sin embargo sus efectos son acumulativos y en exceso son los responsables del envejecimiento prematuro, provocado por el deterioro del colágeno y de la elastina que lleva a la aparición de manchas arrugas y flacidez en la piel. Si quieres disfrutar de una piel perfecta, más vale que no te olvides de llevar siempre protección solar anti-UVA durante todo el año.
3. Inmunosupresión. ¿No habíamos quedado en que el sol mejora las defensas inmunológicas? Sin embargo, un exceso de radiación solar puede alterar la función de los glóbulos blancos y debilitar el sistema de defensas. Ya sabes, todo en exceso es malo.
4. Aparición de tumores de piel. ¿Sabías que los rayos UV son los de menor longitud de onda del espectro solar? Y esta característica los confiere una gran capacidad para penetrar en los tejidos. Los rayos UV son capaces de llegar hasta el ADN del núcleo celular y provocar mutaciones o cambios. La mayoría de las células dañadas por el sol son reparadas o si el daño es grande desaparecen, pero algunas de estas células dañadas permanecen en la piel y con el tiempo pueden convertirse en células cancerosas. Examina tu piel y observa periódicamente los lunares y manchas, sin olvidarte de la espalda y la parte posterior de tu cuerpo.
2. Envejecimiento prematuro de la piel. ¿A qué no sabías que el 90% de los síntomas de envejecimiento están producidos por el sol? Nuestras abuelas ya lo sabían, y no salían sin sombrero o pañuelo a la calle. Los rayos UVA penetran hasta la dermis y son los responsables de la pigmentación rápida y pasajera al oscurecer la melanina en unas horas. Sin embargo sus efectos son acumulativos y en exceso son los responsables del envejecimiento prematuro, provocado por el deterioro del colágeno y de la elastina que lleva a la aparición de manchas arrugas y flacidez en la piel. Si quieres disfrutar de una piel perfecta, más vale que no te olvides de llevar siempre protección solar anti-UVA durante todo el año.
3. Inmunosupresión. ¿No habíamos quedado en que el sol mejora las defensas inmunológicas? Sin embargo, un exceso de radiación solar puede alterar la función de los glóbulos blancos y debilitar el sistema de defensas. Ya sabes, todo en exceso es malo.
4. Aparición de tumores de piel. ¿Sabías que los rayos UV son los de menor longitud de onda del espectro solar? Y esta característica los confiere una gran capacidad para penetrar en los tejidos. Los rayos UV son capaces de llegar hasta el ADN del núcleo celular y provocar mutaciones o cambios. La mayoría de las células dañadas por el sol son reparadas o si el daño es grande desaparecen, pero algunas de estas células dañadas permanecen en la piel y con el tiempo pueden convertirse en células cancerosas. Examina tu piel y observa periódicamente los lunares y manchas, sin olvidarte de la espalda y la parte posterior de tu cuerpo.
Cualquier cambio en la forma, color o tamaño ha de ser revisado por un dermatólogo. Hay muchos tipos diferentes tipos de cáncer de piel, el más conocido es el melanoma, cuya incidencia aumenta cada año con la mayor exposición al sol. Curiosamente se ha comprobado que hay más proporción de estos tumores en los países poco soleados, mientras en las zonas del Ecuador la frecuencia es muy baja, debido a la protección genética del color oscuro de la piel. Las personas con pieles claras han vivido en zonas con poca radiación solar hasta hace 50 años, ahora con la facilidad para viajar y la costumbre de ir de vacaciones en zonas soleadas ha disparado los índices de aparición de tumores de piel en personas de piel clara.
5. Cegados por el sol. La exposición prolongada al sol provoca daño ocular y puede aumentar hasta cuatro veces la probabilidad de desarrollar cataratas, la mayor causa de ceguera en el mundo. Normalmente la lente del ojo es transparente, pero cuando la luz solar puede dañar la retina, la lente se vuelve opaca para evitar la entrada de luz y se desarrolla una catarata. Evitarlo es tan sencillo como llevar gafas con filtros solares adecuados, especialmente cuando haces deporte al aire libre.
6. Alérgicos al sol. ¿Se puede tener alergia al sol? La alergia al sol es un término curioso, si lo piensas es difícil desarrollar alergia a algo tan omnipresente en nuestras vidas. En realidad la alergia al sol está mediada por diferentes agentes (alimentos, cremas fotoprotectoras, perfumes, ropa, medicina, cloro de la piscina) que están en contacto con nuestra piel de forma habitual y sólo provocan una reacción alérgica cuando nos exponemos al sol. Un 20% de la población desarrolla alergia al sol en algún momento de la vida que se manifiesta con manchas rojas, picores y erupciones en la piel. Un reducido número de personas nace con enfermedades genéticas que impiden la exposición al sol durante toda la vida.
¿Y tú, cómo cuidas tu piel de los efectos negativos del sol?
5. Cegados por el sol. La exposición prolongada al sol provoca daño ocular y puede aumentar hasta cuatro veces la probabilidad de desarrollar cataratas, la mayor causa de ceguera en el mundo. Normalmente la lente del ojo es transparente, pero cuando la luz solar puede dañar la retina, la lente se vuelve opaca para evitar la entrada de luz y se desarrolla una catarata. Evitarlo es tan sencillo como llevar gafas con filtros solares adecuados, especialmente cuando haces deporte al aire libre.
6. Alérgicos al sol. ¿Se puede tener alergia al sol? La alergia al sol es un término curioso, si lo piensas es difícil desarrollar alergia a algo tan omnipresente en nuestras vidas. En realidad la alergia al sol está mediada por diferentes agentes (alimentos, cremas fotoprotectoras, perfumes, ropa, medicina, cloro de la piscina) que están en contacto con nuestra piel de forma habitual y sólo provocan una reacción alérgica cuando nos exponemos al sol. Un 20% de la población desarrolla alergia al sol en algún momento de la vida que se manifiesta con manchas rojas, picores y erupciones en la piel. Un reducido número de personas nace con enfermedades genéticas que impiden la exposición al sol durante toda la vida.
¿Y tú, cómo cuidas tu piel de los efectos negativos del sol?
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